Una vez más: mis miedos
Mi miedo a todo (todo = el mundo y la gente que está dentro) se reafirma cada vez que hago algo que se sale un poco de mi habitual rutina.
Ayer estuve rarísima toda la noche pensando no sé en qué clase de paranoias. Tenía en el estómago esa maraña de nervios que se te metían dentro cuando al día siguiente te ibas a ir de excursión en el colegio, o cuando era la noche de Reyes, o cuando tenías un examen y eso todavía te preocupaba porque querías hacerlo lo mejor posible.
Ya salía bastante nerviosa de casa, pero aun así, el principio de la noche fue muy bien: muy divertido, con mucha risa fácil y muchas bobadas; me lo voy a pasar bien pensé; pero fue en el momento de ir a pagar en el primer bar en el que habíamos estado decidiendo que hacer, cuando me entró la histeria y sólo quería irme a casa. Estaba tan acongojada que no pude ni beber un trago de nada en toda la noche. A ratos me encontraba tan mal y tan rara que sólo tenía ganas de vomitar y de que me diera el aire congelado en la cara. Sentía esa angustia en el cuello, la misma que cuando era pequeña y me ponía mala me hacía ser incapaz de tocármelo por el asco que eso me producía.
Por eso me hubiera pasado toda la noche sentada en algún sitio sola, porque así podría evitar cruzarme con nadie.
Quise achacar mi malestar, mis temblores y mi dolor de estómago a algo que había comido, pero fue cuando lleguéen taxi y demasiado pronto a casa cuando se confirmó lo que ya sospechaba y había estado intentando negarme toda la noche. Fue entrar por la puerta y ver a mis nervios quedarse fuera, en el portal. Claro, ahora ya no necesitaban joderme la noche; ya no había gente a la que temer, porque mis cuatro paredes me aseguraban el no encontrarme con nadie.
Que sí, que hay que cambiar un poquito y preocuparte más de ti misma, que lo ibas a intentar y todo eso; pero me da la sensación de que no es mi decisión y que contra esto yo no puedo hacer nada y que si existe algo que pueda hacer no tengo ni la menor idea de lo que es, así que agradecería una pequeña ayuda.
No sé lo que me pasa, no entiendo nada. Me siento incómoda conmigo misma y con la gente. Es algo más serio de lo que parece.
Todo esto no es ninguna exageración y sé que puede parecer que no es para tanto, pero para mí sí que lo es, porque me incapacita en bastantes cosas; me obliga a marcharme a casa porque está siendo una noche de lo más angustiante y no me deja disfrutar ni pasármelo bien. Además creo que va en aumento.
Y volví a ver a P., y por más que forcé un encuentro ocular no hubo manera. La gente está demasiado a lo suyo. Así que sólo observé con todo detalle para, una vez en casa, empezar a construir cosas. Pero en casa ya no sirve de nada.
Ayer estuve rarísima toda la noche pensando no sé en qué clase de paranoias. Tenía en el estómago esa maraña de nervios que se te metían dentro cuando al día siguiente te ibas a ir de excursión en el colegio, o cuando era la noche de Reyes, o cuando tenías un examen y eso todavía te preocupaba porque querías hacerlo lo mejor posible.
Ya salía bastante nerviosa de casa, pero aun así, el principio de la noche fue muy bien: muy divertido, con mucha risa fácil y muchas bobadas; me lo voy a pasar bien pensé; pero fue en el momento de ir a pagar en el primer bar en el que habíamos estado decidiendo que hacer, cuando me entró la histeria y sólo quería irme a casa. Estaba tan acongojada que no pude ni beber un trago de nada en toda la noche. A ratos me encontraba tan mal y tan rara que sólo tenía ganas de vomitar y de que me diera el aire congelado en la cara. Sentía esa angustia en el cuello, la misma que cuando era pequeña y me ponía mala me hacía ser incapaz de tocármelo por el asco que eso me producía.
Por eso me hubiera pasado toda la noche sentada en algún sitio sola, porque así podría evitar cruzarme con nadie.
Quise achacar mi malestar, mis temblores y mi dolor de estómago a algo que había comido, pero fue cuando llegué
Que sí, que hay que cambiar un poquito y preocuparte más de ti misma, que lo ibas a intentar y todo eso; pero me da la sensación de que no es mi decisión y que contra esto yo no puedo hacer nada y que si existe algo que pueda hacer no tengo ni la menor idea de lo que es, así que agradecería una pequeña ayuda.
No sé lo que me pasa, no entiendo nada. Me siento incómoda conmigo misma y con la gente. Es algo más serio de lo que parece.
Todo esto no es ninguna exageración y sé que puede parecer que no es para tanto, pero para mí sí que lo es, porque me incapacita en bastantes cosas; me obliga a marcharme a casa porque está siendo una noche de lo más angustiante y no me deja disfrutar ni pasármelo bien. Además creo que va en aumento.
Y volví a ver a P., y por más que forcé un encuentro ocular no hubo manera. La gente está demasiado a lo suyo. Así que sólo observé con todo detalle para, una vez en casa, empezar a construir cosas. Pero en casa ya no sirve de nada.
4 comentarios
.:CORU:. -
Es conmovedor lo que contás. Lo importante es comprender que todos esos miedos están dentro de uno y no desde fuera.
Pero de a poco, si lo que quieres es caminar por la calle de noche, primero tómale el gustito al aire nocturno y luego camina en él.
Un abrazo.-
io -
Sientate un dia, en la cafeteria que más te guste, sola, y haz en ese espacio que no es tu casa lo qeu haces en ella, reconstruir las cosas que te han pasado.
Es solo el consejo de una amiga:)
ange sans ailes -
Marquee_Moon -